Klaskvik City Center. 2012
Klasvik, Dinamarca
En colaboración con Fátima Iglesias, Jesús Moreno, David Álvarez, Juan José Navarro y Agata Dzianach
Después de un análisis de la funcionalidad de muchas ciudades del norte de Europa y su evolución reciente, se planteó una estrategia urbana capaz de dar respuesta a múltiples escenarios.
Para ello se establecieron cinco premisas:
Lo incierto como estrategia. En un momento, en el presente, es necesario imaginar ciudades que puedan funcionar independientemente del clima económico en el futuro.
La identidad como principio. Cuando las ciudades tienden a ser genéricas, la única opción coherente es enfatizar la diferencia. Los nuevos usos deberían reforzar lo local y reubicar su significado.
El progreso como método. Cuando es común escuchar grandes palabras y aspiraciones, es más reconfortante actuar que imaginar. Se propone un crecimiento progresivo en función de la demanda real y evitando excesos.
El cuerpo humano como una dimensión. Se generan espacios urbanos más próximos a los residentes en los que la escala mantiene la relación con el cuerpo humano.
La sostenibilidad como requisito. Se evita hablar de sostenibilidad como justificación para ser entendida como compromiso y previsión, de modo que los edificios se conviertan en productores de energía. Se pretende reemplazar el urbanismo formalista por estrategias urbanas, establecer un método basado en la táctica urbana para obtener los mejores resultados.